El ozono como contaminante se forma por una reacción química entre los óxidos de nitrógeno (NOx) y los compuestos orgánicos volátiles (COV). Ambos precursores compiten y, dependiendo cuál de los dos domine más, el ozono se incrementará o disminuirá.
En la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) los vehículos generan el 87 % del total de los NOx y el 31 % de los COV. El 68 % de los COV restantes es emitido por fuentes como fugas de vapores de gasolineras, fugas de gas LP de tanques domésticos; uso indiscriminado de solventes en la industria química, talleres y en los hogares, y aplicación de recubrimientos como pinturas y barnices.