La cantidad de rayos solares que llegan a algunos sectores de la superficie terrestre, principalmente en las grandes ciudades contaminadas, ha disminuido durante las últimas décadas. Esto se atribuye a los gases y partículas resultantes del uso de combustibles fósiles, que al formar un recubrimiento en la atmósfera impiden el paso a la radiación solar. En consecuencia, en algunas regiones la temperatura aumenta a una tasa menor, en lugar de incrementarse todo lo debido al efecto invernadero. Es decir, el oscurecimiento detiene el calentamiento global provocado por los gases de invernadero. O al menos eso podría pensarse.
Fuente: El Faro No. 75 (Pág. 13)
