Observaciones desde el ICAyCC-UNAM sobre la contingencia atmosférica iniciada el 25 de marzo, 2023

Boletín ICAyCC

| ICAyCC, UNAM

El rápido crecimiento de la población mundial a partir de la segunda mitad del siglo XX ocasionó una gran demanda de alimentos, vivienda y energía. Esto ha tenido, entre otras consecuencias, el consumo excesivo de los recursos naturales que a su vez ha alterado sus ciclos naturales. Un claro ejemplo es la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), donde la urbanización descontrolada y sin infraestructura adecuada ha modificado el uso del suelo y con ello el entorno natural. A esto se suman problemas económicos y sociales complejos, en los que la ZMVM enfrenta deterioro de la calidad de aire, del agua y de suelos, aun cuando los gobiernos han hecho varios esfuerzos para evitarlo.

La fuente que más contribuye a la contaminación del aire es el transporte. Los vehículos generan la mayor parte de los precursores de ozono y son la segunda fuente de emisión de partículas finas, sólo después del transporte pesado a diésel. La flota vehicular ha crecido en la última década a una tasa promedio anual de 3.8%. Además, la congestión vehicular es un factor que promueve la mala calidad del aire, lo que significa un deterioro significativo en la calidad de vida, en la salud humana y en la salud del medio ambiente.

La contaminación atmosférica en la ZMVM es resultante de la actividad humana, el tiempo meteorológico, las condiciones del terreno, etc., mismos que influyen en la dispersión de los contaminantes. Desde hace tiempo se ha demostrado que los modelos de pronóstico meteorológico acoplados a los de calidad del aire constituyen una herramienta útil para conocer las condiciones de ventilación de una región, como la cuenca del Valle de México. Con ellos ha sido posible conocer con horas de anticipación las condiciones desfavorables de ventilación y de transporte de contaminantes atmosféricos permitiendo tomar medidas de control para disminuir las emisiones de contaminantes y evitar la acumulación de éstos en la atmósfera, lo que se traduce en la disminución de riesgo de exposición y prevención de daños a la salud de la población.

Meteorología prevaleciente durante la contingencia atmosférica

Las condiciones meteorológicas observadas durante los últimos días son frecuentes en esta época del año (primavera) en que el país es afectado por sistemas con circulación anticiclónica en niveles medios de la atmósfera. Estos sistemas pueden desplazarse a diferentes longitudes y latitudes, pero cuando afectan el centro del país, generan condiciones poco favorables para la dispersión de contaminantes. Además de estar asociados con vientos débiles, provocan corrientes descendentes (subsidencia), que inhiben la dispersión vertical de los contaminantes, además de mantener el cielo despejado con alta radiación solar y temperaturas calurosas. En conjunto, estas condiciones son desfavorables para la buena calidad del aire.

Durante el 27 de marzo prevalecieron condiciones desfavorables para la buena calidad del aire, con vientos débiles y descendentes, asociados a una dorsal (elongación de un sistema de alta presión) que se extiende desde un anticiclón en el Atlántico. Estas condiciones mantendrán temperaturas calurosas para esta época del año, con máximas entre 29 y 30 grados Celsius. Por la tarde, es probable que ocurran de lluvias aisladas, lo que ayudaría a mitigar los niveles de contaminación, sin embargo, no es condición suficiente para la dispersión total de los mismos.

Para el 28 de marzo, se esperan condiciones similares, se pronostica que este patrón atmosférico comience a modificarse a partir del jueves 30, permitiendo una mejor dispersión de los contaminantes.

Química de la atmósfera de la CDMX durante la contingencia

Los sistemas de alta presión en la temporada de ozono son un factor determinante para la formación y acumulación de ozono. Las condiciones meteorológicas desfavorables mencionadas anteriormente, alta radiación solar y temperatura ambiente, así como la emisión continua de óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles (COV), cuya evaporación aumenta exponencialmente con la temperatura y que actúan como precursores en la formación de ozono, impedirán que la concentración de este oxidante disminuya y se disperse en los próximos días.

De la revisión de los patrones de concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono desde el viernes 24 hasta el domingo 26 de marzo, se observa que durante la noche del 24 y la madrugada del sábado 25 ocurrió una acumulación inusual de NO2 tanto del remanente del día, como del formado durante la noche a partir de la reacción de óxido de nitrógeno (NO) con ozono presente. Esta acumulación pudo estar asociada a las condiciones meteorológicas ya presentes desde días previos y la mayor actividad nocturna propia del fin de semana. Como resultado, se favorecieron los mecanismos químicos que en ausencia de radiación solar permiten la formación de carbonilos, más NO2 y otras especies químicas fotolizables y precursoras de ozono, que al amanecer aceleran su formación. Al hecho de que en grandes ciudades se observe más ozono los sábados e incluso los domingos, se le conoce como “efecto fin de semana” Exacerbando ese efecto, el domingo 26 las condiciones meteorológicas que inhiben la dispersión de contaminantes continuaron y a pesar de la reducción de emisiones por la aplicación del programa de contingencias, éstas fueron suficientes para mantener activos los ciclos fotoquímicos y de química nocturna que sentaron las condiciones para continuar la contingencia el lunes 27.

Química de la atmósfera de la CDMX durante la contingencia

Una acción a corto plazo, consiste en aplicar programas de control de emisiones de material particulado y precursores de ozono en la ZMVM en todos los 59 municipios del estado de México que la integran, ya que están sujetos a una continua y desordenada expansión urbana y periurbana que ha modificado su carácter rural.

También, es necesario avanzar en la regulación de emisiones que no se controlan actualmente. Por ejemplo, con datos del inventario de emisiones del ProAire 2021-2030 una motocicleta, con un motor varias veces más pequeño que un auto particular, pero sin sistemas de control, emite 2 veces más COV (Compuestos Orgánicos Volátiles) y casi los mismos NOx que un automóvil. Por ello es indispensable establecer una Norma Oficial de emisiones de COV y NOx de motocicletas nuevas y en operación, así como incorporarlas en los programas PVO, PHNC y PCAA, además de promover la venta de motocicletas eléctricas. En tanto la SEMARNAT y SEDEMA atienden esta necesidad, en contingencia los ciudadanos podemos evitar el uso de servicios a domicilio en motocicleta.

Otros sectores de la administración pública federal deben también contribuir al control de la contaminación atmosférica. Por ejemplo, el anteproyecto de Norma Oficial que debe regular el contenido de COV en productos de limpieza de uso doméstico y aseo personal y la actualización de la norma que regula el contenido de COV en pinturas y recubrimientos arquitectónicos, que dependen de la Secretaría de Economía, no deben retrasarse más. Mientras que esta Secretaría atiende esos pendientes, quienes habitamos esta ciudad podemos minimizar el uso de esos productos en contingencia. En general los olores desagradables contaminan, pero los agradables también. En las mezclas, muchos de estos compuestos no se agregan para limpiar, sino para generar aroma.

Una norma que es urgente actualizar es la NOM 004 ASEA 2017 que regula los sistemas de recuperación de vapores de gasolina en las estaciones de servicio, también se debe establecer que se aplique a toda la ZMVM actual, ya que ahora deja fuera a 31 municipios de la zona metropolitana. Por cada litro de gasolina despachado sin recuperar vapores, se emiten de cinco a diez veces más COV que cuando esos vapores se recuperan. En tanto la ASEA corrige el haber dejado esos municipios fuera de la NOM en 2017, quienes se trasladan en auto de forma cotidiana de los municipios exteriores a los centrales en la ZMVM podrían cargar combustible en éstas últimas.

 Asimismo, se debe hacer revisión y vigilancia de las Normas Oficiales de Calidad del aire. Acompañadas de un rediseño de los planes de contingencia adecuados a las condiciones actuales.

Cabe señalar que, ante este tipo de fenómenos, los tres niveles de gobierno deben asumir sus responsabilidades en el monitoreo de todos los contaminantes criterio (O3, NO2, CO, PM10 y PM2.5) incluir el monitoreo de COV, enfocar en contingencia la vigilancia a las principales fuentes emisoras. Por su parte, la sociedad en general debe contribuir modificando sus estilos de vida para mantener un alto nivel de exigencia y corresponsabilidad en la protección del ambiente.

En ese sentido, es necesaria la observancia estricta en los días de contingencia de las medidas en curso, correspondientes a la Fase I de contingencia ambiental atmosférica por ozono en la ZMVM.  Ya que si bien estas medidas no pueden por sí mismas revertir las condiciones que persisten por fenómenos meteorológicos, son indispensables para evitar su agravamiento y proteger  la salud de la población al prevenir la exposición a niveles más altos de ozono. También se debe señalar que aún cuando, por su carácter de contaminante secundario, el ozono parece poco sensible a esas medidas, las emisiones de sus precursores si se reducen proporcionalmente a la disminución de actividades en contingencias y estas sustancias también tienen efectos nocivos en la salud.

Por último, quienes puedan optar por trabajar en casa a corto aviso pueden contribuir reduciendo congestión e emisiones, con el beneficio de reducir su propia exposición personal al conjunto de contaminantes criterio. También, siempre que sea posible, evitar exponerse a las horas en que el ozono alcanza valores más altos, entre las 12 y 17 hrs. Esto es de particular beneficio para grupos vulnerables como los adultos mayores, personas con asma, hipertensos y diabetes.

Más información para medios de comunicación en: DGCS