Meteorología del Valle de México un factor determinante en las alertas de contingencias ambientales

Boletín ICAyCC
  • El modelo meteorológico del ICAyCC, mostró que previo y durante la contingencia, la velocidad del viento fue muy baja y un sistema de alta presión en estratos superiores de la atmósfera no favorecieron la dispersión y transporte de contaminantes.
  • Niveles de radiación solar altos junto con temperaturas altas favorecieron procesos fotoquímicos que forman ozono.
  • La activación del “semáforo verde” llevó a un aumento en las emisiones contaminantes a la atmósfera, en especial de los precursores de ozono.
  • La Comisión Ambiental de la Megalópolis estima que este 2022 se podrían tener entre 3 y 5 contingencias ambientales en la temporada seca- caliente.


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El pasado 29 de marzo el nivel de ozono rebasó las 160 ppb en la zona de Santa Fe al poniente de la Ciudad de México lo que llevó a las autoridades a declarar Contingencia Ambiental con medidas restrictivas para los vehículos automotores de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), con el fin de evitar complicaciones en la salud de sus habitantes. 

Cada año, principalmente en los meses de marzo hasta junio, la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAME) declara contingencias ambientales. Este periodo del año es comúnmente conocido como Temporada de Ozono ya que la concentración de este gas alcanza niveles  altos y supera con mayor frecuencia los valores límites de la Norma (NOM-020-SSA1-2021). En estos meses las condiciones meteorológicas de la ZMVM favorecen la formación de ozono y su acumulación, además se presentan temperaturas y radiación solar altas, vientos débiles y poca nubosidad. Estas condiciones cambian a partir de junio con la presencia de las primeras lluvias.

Fuente: SEDEMA CDMX

Las condiciones meteorológicas durante la primera contingencia del 2022

La Comisión Ambiental de la Megalópolis estima que este 2022 se podrían tener entre 3 y 5 contingencias ambientales en la temporada seca- cálida. Esta primera contingencia del año se debió, principalmente, a las condiciones meteorológicas que se presentaron de la semana del 28 de marzo al 1 de abril por la presencia de un sistema de alta presión en gran parte del país, que disminuyó el transporte vertical de contaminantes generados cerca de la superficie, y estuvo asociado con vientos débiles, aunado a los cielos despejados, la alta radiación y temperaturas relativamente altas para el Valle de México. 

En los días previos a la contingencia, a nivel de superficie, se desarrolló un sistema de baja presión muy profundo que llegó al sureste del país, con aire frío que bajaba de las Rocallosas. El sistema se fue desplazando hacia el este de la República lo cual generó vientos en la tarde-noche del 30 de marzo que ayudaron a mitigar la contaminación de la metrópoli. Esta combinación de una vaguada profunda con un anticiclón sobre el centro del país afectó la calidad de aire de la CDMX “Este fenómeno ya ha observado en varias en ocasiones y es motivo de análisis por parte de algunos colegas del ICAyCC”, declaró el Dr. Arturo Quintanar.

Aunado a esto, la activación del “semáforo verde” en la ZMVM llevó a un aumento en la movilidad vehicular y por tanto en las emisiones de contaminantes a la atmósfera, en especial los precursores de ozono, precisó la Dra. Telma Castro, investigadora del grupo Aerosoles Atmosféricos. 

El ozono provoca irritación del aparato respiratorio lo que produce una disminución de la capacidad respiratoria y predispone a las infecciones en este sistema. Estudios han mostrado que la incidencia y gravedad de la enfermedad por COVID está asociada al incremento de concentraciones de partículas respirables y dióxido de nitrógeno, además de su relación con las concentraciones de ozono, comentó el Dr. Óscar Peralta, investigador del mismo grupo.

Fuente: SEDEMA CDMX

La química de la atmósfera

Estas condiciones meteorológicas favorecen el potencial de formación típico de ozono en la zona metropolitana. “El ozono a nivel superficie se forma a partir de las emisiones de sus precursores, los óxidos de nitrógeno (NOx), generadas principalmente por la flota vehicular, y los compuestos orgánicos volátiles (COV) emitidos por la volatilización de gasolinas, solventes e incluso fugas de gas LP, y que, bajo la influencia de la luz solar y reacciones fotoquímicas llevan a la formación del ozono y otros contaminantes” explicó el  Dr. Ricardo Torres, responsable  del grupo de Fisicoquímica atmosférica del ICAyCC.

No obstante, esta formación no es inmediata a la emisión de los precursores, sino que conforme el viento va transportando esas masas de aire, el ozono se va formando. De esta manera, las emisiones de la mañana de NOx y COV, llevan a que las concentraciones más altas del día de ozono se registren viento abajo unas horas después de las emisiones. 

Cuando las condiciones meteorológicas son favorables para la dispersión y ventilación de las masas de aire a través de las montañas que rodean al Valle de México, los niveles de ozono se mantienen a un nivel que generalmente es cercana a la concentración límite recomendada por la normatividad nacional. 

Por otro lado y no menos importante es la influencia del aumento de la temperatura ambiente que, además de incrementar la emisión de COV, tanto de origen antropogénico como biogénico, favorece la rapidez con la que se desarrollan las reacciones fotoquímicas productoras de ozono. Otros factores incluyen las contribuciones de NOx y COV generados por quemas agrícolas e incendios forestales de las cuencas vecinas que alcanzan a ingresar al Valle de México.

El programa “Hoy no Circula” insuficiente 

En cuanto al aplicación del programa «Hoy No Circula» doble, éste busca la reducción de la emisión de contaminantes primarios; disminuir el número de vehículos en circulación y reducir los tiempos de traslado, lo que conlleva un cambio en la proporción de las concentraciones de contaminantes ambientales y pretende reducir los contaminantes primarios que exacerban la formación de contaminantes secundarios como el ozono, indicó el Dr. Agustín García, investigador del ICAyCC. 

No obstante, la aplicación de una sola política de control de emisiones en los procesos de combustión no es suficiente. Para el caso de la CDMX se conoce que el reducir tanto las fugas y las emisiones de quema de gas LP conlleva a reducir más eficientemente el ozono que el reducir las emisiones vehiculares. Se considera que el consumo mayor de gas LP en los hogares se da en el calentamiento del agua, asimismo también se considera que estos son equipos cuyo mantenimiento es muy poco o nulo.

Es fundamental que en los distintos órdenes de gobierno se sigan impulsando medidas para prevenir y reducir emisiones como son la vigilancia y continuidad del Programa de verificación vehicular; la distribución de gasolinas con menor volatilidad y la readecuación de las normatividades al respecto; acciones preventivas para evitar incendios forestales y la coordinación entre todas las entidades federativas que contribuyen a la calidad del aire de la ZMVM.

 Algunas de las recomendaciones adicionales para que a nivel individual ayudemos a mejorar la calidad del aire y reducir la exposición durante los eventos de contingencia son:

  1. Mantenerse informado sobre el pronóstico meteorológico y sobre la calidad del aire.
  2. Mantener en buen estado tu vehículo
  3. Reducir el uso de pinturas con solventes.
  4. Reparar fugas de gas LP en calentadores y estufas.
  5. Acortar el tiempo para bañarse, así como cambiar la hora de ducharse, en lugar de ser al inicio del día hacerlo por la tarde. 
  6. Cargar gasolina por la mañana (antes de las 10am) o por la noche (después de las 7pm) para reducir la evaporación de ésta.
  7. El trabajo a distancia y las compras en línea reducen las emisiones vehiculares
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