La humanidad registra retraso en la mitigación del cambio climático

Francisco Estrada Porrúa, Julián A. Velasco Vinasco

• La temperatura promedio anual en México aumenta a una tasa similar a la global. Desde la época preindustrial ha aumentado 1.2 grados
• Francisco Estrada Porrúa, coordinador del PINCC, afirmó que la mayor parte de ese incremento es por actividades antropogénicas
• Pérdida de la biodiversidad afecta principalmente a anfibios: Julián Andrés Velasco Vinasco, del CCA


| DGCS – UNAM


Los impactos del cambio climático a nivel global serán más complejos que los causados por la pandemia por la COVID-19, porque están correlacionados e implican efectos en la agricultura, salud humana,  ecosistemas, ciudades y aumento de eventos extremos, alertó Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC) de la UNAM.

Se trata de cambios persistentes y potencialmente irreversibles, que ocasionarán convergencias de problemas ambientales y sociales, así como una retroalimentación entre impactos, señaló.

En conferencia virtual de medios, el también investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA), advirtió que en el caso del sector agrícola, el cambio climático dañaría la economía y el bienestar de la población mundial. “Podría afectar la seguridad alimentaria global, regional y local”; por ejemplo, tan sólo en México 59 por ciento del terreno agrícola es de temporal, en África subsahariana es el 90 por ciento y en América Latina la proporción es de 60 por ciento.

Durante 1980 y 2008 los cambios en el clima disminuyeron aproximadamente cinco por ciento la producción global de maíz y trigo. Otra afectación se vive en las ciudades donde se crean las islas de calor que aumentan la temperatura a nivel local, lo cual al combinarse con el calentamiento global, aumenta en varios grados la temperatura.

El especialista sostuvo: “se requieren esfuerzos internacionales de mitigación mucho mayores y pronto, con los actuales ya estamos tarde para alcanzar un nivel de calentamiento seguro”, que con base en el  Acuerdo de París es limitar a dos grados o menos el calentamiento global.

En México, continuó, hasta 2011 se registró incremento en la temperatura promedio en 0.8 grados, lo cual es elevado y similar al aumento en la temperatura global; es decir, “más o menos se calientan a la misma velocidad”.

A su vez, Julián Andrés Velasco Vinasco, también investigador del CCA, otro de los daños del cambio climático ocurre en la biodiversidad en diversas regiones del planeta.

“El impacto del calentamiento global no es uniforme sino heterogéneo, y tendrá impactos en la distribución de las especies. Las tasas de incremento de temperaturas han ido aumentando en los últimos años”, comentó.

Dijo que la mayoría de las revisiones que se han hecho en cambio climático, incluyendo las del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), tienen un problema de sesgo taxonómico y geográfico. Mientras existe información en las zonas del norte del mundo, el mayor déficit de datos se concentra en las zonas tropicales y marinas, donde es mayor la concentración de biodiversidad.

Hasta ahora se sabe que las especies tienen al menos tres estrategias para enfrentar el cambio climático: dispersarse, buscando climas óptimos o adecuados; adaptarse localmente o extinguirse, lo cual no es parte del proceso natural, explicó Velasco Vinasco.

“Estas extinciones están direccionadas por incrementos en la temperatura máxima. Cuando hay una ola de calor algunas poblaciones colapsan por estrés térmico”, comentó.

El caso más alarmante de pérdida de poblaciones animales se encuentra en los anfibios, especialmente por la reducción de sus áreas de distribución, pero también hay graves afectaciones en aves, mamíferos y reptiles, manifestó.

Entre las alternativas para mitigar el cambio climático, Estrada Porrúa mencionó las reducciones en las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global, que han mostrado ser políticamente complicadas en el orbe.

Para las ciudades recomendó evaluar el costo de cambiar el pavimento común por otro fresco que absorba menos calor, sustituir el material comúnmente utilizado para impermeabilizar por uno que refleje más la energía del Sol e implementar techos verdes, a fin de reducir los riesgos y los costos económicos por el fenómeno.

Fuente: DGCS – UNAM