Variabilidad multidecadal en la cuenca del Atlántico Norte

Conferencia de Pedro Ribera

14 de Agosto del 2017 de 12:00 hrs

Tradicionalmente ha resultado complicado identificar y analizar en detalle, a partir de fuentes de datos instrumentales, oscilaciones climáticas cuya escala temporal fuese relativamente amplia, por ejemplo del orden de unas cuantas décadas. Entre otras cosas, esto era debido a la no disponibilidad de series de datos lo suficientemente prolongadas en el tiempo. Sin embargo, a lo largo de estos últimos años se han hecho públicas una serie de bases de datos pseudo-observacionales que han permitido extender el registro instrumental de observaciones climáticas por encima de los 150 años. La generación de estas bases de datos está fundamentada en modelos de asimilación de datos observados, incluyendo fuentes muy diversas. Durante las últimas décadas, los datos utilizados incorporan un número muy alto de observaciones, incluyendo medidas instrumentales muy automatizadas y con una muy alta cobertura espacial, como las obtenidas a partir de instrumentos satelitales. Sin embargo, durante las primeras décadas, las observaciones empleadas para generar estas bases de datos eran mucho más escasas, tenían un carácter más local, peor cobertura espacial y la instrumentación utilizada resultaba más rudimentaria. Sin embargo, parece haber un amplio consenso en que la región del Atlántico Norte ha contado con una buena cobertura de datos desde los primeros tiempos y que la información contenida en las diferentes bases de datos es coherente y representa bien la realidad de lo que allí ocurrió, al menos en los niveles más próximos a la superficie. Por ese motivo, ha sido sobre la región del Atlántico Norte donde hemos tratado de identificar y caracterizar oscilaciones climáticas de carácter mutidecadal a partir de diferentes bases de datos tanto atmosféricos como marítimos. Ha sido posible caracterizar, efectivamente, la existencia de una oscilación multidecadal coherente, caracterizada por una banda periodos comprendidos entre 40 y 60 años, y que es apreciable tanto en datos oceánicos como atmosféricos. En particular, se ha observado para la temperatura de la superficie del mar, la presión atmosférica a nivel del mar, la temperatura y la circulación del aire en superficie. De hecho, se han encontrado indicios razonables de un acoplamiento entre las componentes atmosférica y oceánica de esta oscilación y que resultan coherentes con mecanismos físicos propuestos en anteriores trabajos.