Escenarios energéticos para México a 2050: alternativas post-crescentistas para atender la crisis civilizatoria

Viernes 13 de junio de 2025 • 12:00 hrs

Auditorio Dr. Julián Adem Chahín, ICAyCC

Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático

Ciudad Universitaria, CDMX

IMPARTE: Dr. Luca Ferrari – Instituto de Geociencias, UNAM ┃Invitado del grupo Interacción Océano-Atmósfera

RESUMEN:

México enfrenta una situación energética difícil que requiere cambios urgentes. El declive geológico de la producción de hidrocarburos (que todavía representan el 85% de la matriz energética) y la dependencia creciente de la importación de gas natural de Estados Unidos (70% del consumo), así como la profunda desigualdad en el consumo energético y los impactos socio-ambientales asociados a megaproyectos de energía, requieren acciones inmediatas para transitar a un futuro más justo y sustentable.

Como parte del proyecto “Plataforma Nacional de Energía, Ambiente y Sociedad” (PLANEAS), hemos desarrollado cuatro escenarios contrastantes sobre transiciones energéticas para México hasta 20501: a) un escenario de crecimiento inercial tipo “Business as Usual” (BAU), sin cambios significativos con respecto a las tendencias históricas; b) un escenario de “Crecimiento Verde” (ECV) como lo planteado por agencias internacionales (IEA, IRENA, etc.) y basado en mejoras tecnológicas, electrificación intensiva y transición masiva a fuentes renovables; c) un escenario denominado “Vida Digna” (EVD) de acuerdo a lo propuesto por Millward-Hopkins et al. (2020), que prevén una cobertura universal de servicios básicos basada en principios de suficiencia, equidad, eficiencia, localización y colectividad, y despliegue de energías renovables a escala local; d) un escenario denominado “Transición Justa y Sustentable” (TJS) que adapta el EVD a las condiciones y los desafíos políticos-económicos de México. Además de modelar la evolución de la matriz energética y los consumos, los escenarios consideran también el impacto sobre las emisiones de GEI y la desigualdad.

Los resultados muestran que bajo el escenario BAU la producción de energía fósil se reduce marginalmente y las emisiones de GEI no presentan casi reducciones. Bajo el ECV, prácticamente no hay cambios en el consumo de energía, pero se puede alcanzar una reducción del 46.8% en las emisiones de GEI respecto al BAU, aunque esto implica la expansión del parque de generación eléctrica hasta 2.34 veces la capacidad instalada en 2021. Sin embargo, los requerimientos de energéticos fósiles para el BAU y de materiales y minerales para el ECV son incompatibles con la disponibilidad de estos recursos a futuro. En contraste, los escenarios EVD y TJS garantizan estándares de vida dignos para toda la población dentro de los límites de disponibilidad de energéticos fósiles y materiales y minerales. Además presentan una reducción del consumo total de energía del 62.8% y el 44.8% respecto a 2021, respectivamente, permitiendo una reducción de emisiones mucho más ambiciosa que el ECV, mientras que incrementan la soberanía energética permitiendo alcanzar la independencia neta a principios de la década de 2030.

Encontramos que es posible lograr un sistema energético más pequeño y más sustentable y al mismo tiempo alcanzar metas de justicia social y ambientales a través de cambios profundos en la estructura de la economía mexicana, que debería pasar del actual modelo orientado a la exportación a una alternativa basada en la suficiencia y satisfacción de las necesidades prioritarias nacionales, en el marco de un nuevo imaginario, donde el “éxito” no se mide en el crecimiento interminable de la riqueza material, sino buscando logros colectivos, basados en la cooperación, una organización socioeconómica más descentralizada, diversa, resiliente y en armonía con la naturaleza.

SEMBLANZA:

Doctor en Ciencias de la Tierra por la Universidad de Milá n. Actualmente Investigador Titular C en el Instituto de Geociencias UNAM, campus Juriquilla. Es Investigador Nacional Nivel III, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias y Fellow de la Geological Society of America. Ha sido presidente de la Unión Geofísica Mexicana.

En 2015 obtuvo el Premio Universidad Nacional en la categoría de Investigación en Ciencias Exactas. Entre 2020 y 2024 fungió como co-coordinador del Programa Nacional Estratégico sobre Energía y Cambio Climático de CONAHCYT.

Su tema principal de investigación ha sido la geología de México con aplicaciones para la exploración para recursos geotérmicos y minerales. Desde 2005 se ha también dedicado al análisis del sistema energético nacional y global y las implicaciones para el futuro y la sustentabilidad. Sobre estos temas ha impartido más de 180 conferencias por invitación en universidades y centros de investigación público y privados de todo el país y un centenar de artículos de divulgación.

Su producción académica consta de 140 artículos arbitrados en revistas indizadas, que han sido citados cerca de 10,000 veces. Es docente en el Posgrado en Ciencias de la Tierra y de Ciencias de la Sostenibilidad y ha impartido cursos en diferentes Licenciaturas de la UNAM.

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