Un tornado poco común en Ciudad Acuña, Coahuila

Graciela Binimelis de Raga
Autor: R. Alejandra Fonseca V.
Revisión: Graciela Raga, Ángel Martínez, Javier Miranda e Ivonne San Miguel
Fotografía de portada: Ivonne San Miguel

Unidad de Vinculación y Comunicación de la Ciencia del CCA.

 

El 25 de mayo del 2015, Ciudad Acuña, una comunidad ubicada en el estado de Coahuila, México, fue azotada por dos eventos meteorológicos de gran fuerza: primero la formación de una tormenta súper-celda, sobre las Serranías del Burro (SdB), que produjo a su vez un segundo fenómeno; un tornado, que dejó más de 110 casas de pérdida total y 14 pérdidas fatales según el informe de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).

El tornado que se formó, no fue cualquiera, pues ocurrió a una hora inusual, lo cual motivó a Graciela Raga, investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM, estudiar éste fenómeno para “tratar de entender por qué se dio al amanecer, cuando se sabe que la mayoría de los tornados ocurren en la tarde y a principio de la noche debido a la convección que ocurre durante el día”, como lo expresó dentro del Seminario Institucional del pasado viernes 29 de septiembre.

Este proyecto lo realizó el año pasado junto con su estudiante Daribel Hernández y los colaboradores Bradford S. Barrett, del Departamento de Oceanografía de la Academia Naval de EUA en Maryland, y Luis Farfán, del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), en Baja California, México y fue apoyado por PAPIIT. Los resultados de esta investigación se publicaron en Monthly Weather Review, una revista de la Sociedad Meteorológica Americana (AMS, por sus siglas en inglés) el 5 de mayo de este año.

En su presentación “El evento tornádico del 25 de mayo de 2015 en Ciudad Acuña, Coahuila”, Raga expuso parte de los resultados del estudio, y explicó cuáles son los ingredientes necesarios para la formación de tornados.

El primer ingrediente es que se haya formado una tormenta antes del tornado, aunque aclara que “no todos los tipos de tormentas generan tornados”, sino que sólo lo hacen las tormentas denominadas súper-celda. Estas tormentas presentan siempre ciertas características generales: base turbulenta, seguida (hacia arriba) por una zona con movimiento laminar más organizado, un meso-ciclón a niveles medios y, en el tope, un yunque formado por cristales de hielo.

 

Tormenta súper-celda.
Fotografía: Facilitada por Graciela Raga (wordpress)

 

El meso-ciclón es la característica más relevante de la súper-celda que propicia la formación de tornados; es un vórtice de aire, de unos 10 km de diámetro. En él, el aire sube y rota en eje vertical, usualmente en la misma dirección. Asimismo, la experta en interacciones micro y mesoescala aclaró que la presencia de una tormenta súper-celda no siempre significa que se formará un tornado, “porque no todos los ingredientes que generan tornados están presentes cuando ocurre una tormenta de este tipo” aclaró. Este tipo de tormentas se observan con frecuencia en las grandes planicies de Estados Unidos y sólo en algunas regiones subtropicales de México, principalmente en Coahuila.

Una característica que ayuda a conocer el lugar preciso de formación del tornado es la reflectividad, a partir de mediciones de radar meteorológico, que indica la intensidad de precipitación en zonas determinadas dentro de la tormenta. Así, cuando la reflectividad a niveles bajos en la tormenta determinada por el radar tenga forma de gancho, “esa es la señal de que indica que se formará un tornado”, argumenta la investigadora.

Con respecto al tornado que afectó a la Ciudad de Acuña, Raga y sus colaboradores exploraron las condiciones ambientales y los mecanismos asociados con la iniciación e intensificación de la tormenta súper-celda que se originó previamente.

A partir de un radio-sondeo de la estación en Del Rio, Texas y del radar meteorológico también ubicado en Texas, muy próximo a Ciudad Acuña, advirtieron que el flujo de aire nocturno húmedo, proveniente del Golfo de México, ascendiendo por la pendiente de la SdB y en combinación con un ambiente de escala sinóptica favorable, es decir, la presencia de humedad significativa en la superficie, así como el fortalecimiento del flujo de masas de aire a niveles bajos y una drástica separación entre aire húmedo y seco (límite llamado dryline), contribuyó a la iniciación de la convección profunda sobre la SdB.

Además, por medio de observaciones, análisis de datos obtenidos cada 13 km (en resolución horizontal) y a otras escalas, notaron que la tormenta súper-celda previa al tornado presentó las características típicas de las tormentas que propician tornado-génesis: meso-ciclón y eco de gancho (obtenido con las imágenes de radar de reflectividad), y que dio como resultado la presencia de un tornado sobre Ciudad Acuña a las 06:28 hora local.

La intensidad de este tornado se midió con la Escala de Fujita (EF), que relaciona la intensidad del tornado con los daños causados por el viento. Las encuestas de daños de CONAGUA indicaron que el tornado pudo haber producido vientos a 200 km h -1 , entre EF2 y EF3 en la escala mejorada de Fujita. Aunque es importante reconocer la dificultad de asignar rangos de velocidad del viento basados en indicadores de daños (Doswell et al., 2009 ).

 

Algunos de los daños ocasionados por el tornado
Fotografía: Facilitada por Graciela Raga (milenio)

 

Raga y colaboradores compartieron sus resultados con el personal del Servicio Meteorológico Nacional para que alertaran a las autoridades de la Agencia de Defensa Civil y a los pronosticadores operacionales en Coahuila y en otras partes a estar conscientes del potencial de tornado-génesis sobre la SdB durante las horas de la madrugada en ausencia de calentamiento diurno. Protección Civil de Coahuila instaló una alarma que recientemente permitió alertar a la población sobre la ocurrencia de un tornado en el sitio, este año. Con ello los habitantes acudieron a los refugios y así se evitaron pérdidas humanas.

 

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