México está sembrando nubes para hacer lluvia — los científicos no están seguros de que funcione

Fernando García García, ICAyCC en los medios

Investigadores cuestionan la inversión gubernamental, dadas las incertidumbres sobre la tecnología.


 Myriam Vidal Valero | Nature

Los agricultores en México, desesperados por tener más lluvia, están solicitando al gobierno que ‘bombardee’ las nubes. El país está experimentando su segunda sequía más severa en una década, y los agricultores temen por sus cosechas y ganado. Así que le han pedido al gobierno mexicano que use la tecnología de siembra de nubes para ayudarlos.

En marzo, la Comisión Nacional de Zonas Áridas (Conaza), una rama de la Secretaría de Agricultura del país, anunció que comenzaría a implementar un programa de estimulación de lluvias en los estados de Tamaulipas y Baja California, al noreste y noroeste del país, respectivamente.

Sin embargo, científicos advierten que hay poca evidencia de que la siembra de nubes funcione, a pesar de que el gobierno mexicano diga que ha tenido éxitos. La idea detrás la siembra de nubes es dispersar partículas — usualmente yoduro de plata cristalino — dentro de las nubes. Dado que las partículas tienen estructuras parecidas al hielo, atraen gotas de agua que se concentran en un núcleo alrededor de ellas; eventualmente, las gotas se vuelven lo suficientemente pesadas para caer en forma de lluvia o nieve.

Principalmente hay “prueba teórica” de que la siembra de nubes puede aumentar la precipitación, dice Fernando García, un físico de nubes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UMAM), en la Ciudad de México. Algunos experimentos rigurosos han resultado en modestos incrementos en la precipitación, pero no hay evidencia de que vaya a funcionar todas las veces, dice García. “Puedo modificar [una nube]. Lo que yo no sé es si voy a aumentar la lluvia o inclusive suprimirla, porque también puede pasar esto”.

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