Las evidencias científicas han concluido que la recuperación completa de la ozonósfera que ha sido dañada por los efectos de los gases invernadero está lejos de ser completa y sólo podría alcanzarse en algunas décadas si todos los países se comprometen verdaderamente con las obligaciones que adquirieron a través del Protocolo de Montreal (referente a la reducción en la emisión de sustancias que afectan a la capa de ozono).
Luis Gerardo Ruiz Suárez, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM, explicó la formación de ésta: del Sol recibimos radiación de alta energía (rayos infrarrojos y ultravioleta, entre otros); la ultravioleta penetra la atmósfera y una parte se filtra por la interacción del oxígeno (O2) que se descompone y da pie a la formación de átomos de este elemento, con lo que se forma el ozono (O3); a partir de la constitución de este último en la atmósfera florece la vida en el planeta.